miércoles, 15 de octubre de 2008

Ocho años de mi vida...

Ocho años de mi vida, gastados en algo que nunca me ha gustado.
Ocho años satisfaciendo el deseo de alguien a quien quiero mucho.
Ocho años con la confianza de alguien puesta en mi, pensando que en el futuro llegaría a ser alguien.
Ocho años de "Pucha, hoy no puedo, que sea mañana"
Ocho años de "Ya tiene ocupado ese día"
Ocho años queriendo hacer otra cosa, pero arrepintiéndose de no haberse arrepentido antes.
Ocho años luchando por algo que ni siquiera me interesa.
Ocho años conociendo personas que hacen lo mismo que yo, con la única diferencia que a ellos les gusta lo que hacen.
Ocho años conociendo a alguien que tenía y tiene una meta para mi, que yo no quiero cumplir.
Ocho años ... Ocho años ... Ocho años ...

1 comentario:

Carroña dijo...

Es una pena, Pablo, que lo veas de ese modo, pero si lo piensas realmente, en realidad nadie te obliga.
Yo creo que porque estás en ello, es tu obligación hacerlo bien, pero si tu quisieras salirte de una vez, es cosa de que lo decidas. Eso sucedió con los otros.
Por otro lado, es una pena porque sabes que todo lo que tienes no te lo ha dado nadie más que solo Dios, El puso algo en tu camino, y tu no has querido entregárselo. Simplemente es una oportunidad que no quieres tomar, pero no olvides que los talentos, todo lo que somos capaces de hacer, no viene de nadie más sino de Dios, El te da todas las capacidades, no es algo inherente al hombre, por lo que si te da algo que no vas a aprovechar -aprovechar: mirarlo desde el lado positivo, con amor, con entrega- finalmente ya no será tuyo, y cuando pase eso veremos qué es lo que realmente queríamos...