sábado, 1 de noviembre de 2008

Como poder cambiar

Una canción deprimente, capaz de extraer una lágrima hasta del más duro de los seres de esta tierra, salió a pasear por los aires de la ciudad, buscando la manera definitiva para convertirse en una canción que pudiese traer paz y tranquilidad a aquellos que la escuchen. Quería ser otra canción, algo que alegrara los corazones, no que los motivase a derramar cascadas por las mejillas sonrojadas, no una canción que solo pudiese traer recuerdos que el pasado ya se había encargado de eliminar, o a lo menos eso piensa la mente humana. No, quería ser una canción que se utilizase en festividades, en días donde cualquier persona pudiese necesitarla para calmar los nervios, relajarse un poco, para leer un libro, para escogerla como "nuestra canción" como solían decir las parejas.
La canción lloró amargamente, mientras siguió viajando a través de los cuatro vientos. Lloró, lloró desesperada por no ser más que desgracia y pena para los que la solían escuchar.

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