jueves, 19 de febrero de 2009

Una carta para mi persona

Mientras el sol se esconde para regalarnos un atardecer que nos prepara el camino a las estrellas, me pongo a pensar en cuantas cosas pasan en la vida, pero como no conozco la vida de los demás como para pensar en la vida de ellos, simplemente pienso en la mía.
Cuantos hechos me ocurren, locuras que solo escapan de noche y corduras que se quieren encerrar cuando el momento no es conveniente.
Escribo textos que no merecen ser leídos y los que si lo merecen simplemente no los leo.
Perdones pasan delante mio y yo los rechazo, mientras yo no siembro nada, nadie puede tomar nada, porque nada es lo que siembro, nada recojo y nada cosecho.
Conversaciones con sentido tengo con personas que no conozco (se me escapan las palabras), mientras que a las que conozco simplemente las palabras no quieren salir a tomar el sol.
Una vida en un mundo al revés parece lo normal, y yo estoy al reverso del reverso del revés, me adecúo y a la vez simplemente no soporto nada.
Estoy loco.

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