lunes, 13 de abril de 2009

Fantasía dorada

Cansados arboles me saludan al pasar, viento mese mis pelos ansiosos de recibir tan solo un sorbo de aquel embriagante aroma que me hace soñar, mientras mis ojos quieren ver el dorado pavimento que las hojas le otorgan al ambiente.
Como canto de sirena me embruja el silencio, mientras de una u otra parte aparecen silbidos que llaman al sol a extinguirse en el horizonte.
Espero ancioso la noche, para ver la fución encantadora del ambiente, donde el mar y el cielo son uno solo y la voz de la naturaleza es tan solo un murmullo.
Mi mente extrae sus fantasiosas realidades al sueño y me hace anhelar un presente que está lejos de mi alcance. El recuerdo inventado de aquel enamoramiento en un día de otoño.

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