jueves, 4 de junio de 2009

El proseguir de una vida sin esperanza

Sueños despiertos deambulan por mi sendero, me obsequian un insignificante escalofrío, temblor que hace retumbar mi espalda como terremoto para una ciudad.
Los veo pasar mientras sigo mi senda.
Mil memorias se presentan y sus ademanes me demuestran que ta desafiantes pueden ser. Me hacen una reverencia burlona y desaparecen, a paso lento, y yo las escucho tras mis espaldas, se fugan.
Se rompen mil vínculos, desaparece todo indicio de humanidad y la calle se vuelve inhospita, oscura, gris, triste, muda.
Avanzo y pierdo mi rumbo, y como deprimida compañera, llevo a mi melancolía a rastras mientras un eco me llega de zonas remotas, canciones olvidadas de tiempos pasados, nostálgicas culpables de millares de emociones. Prosigo mi camino, ni las lágrimas quieren salir a tomar un poco de aire, simplemente se guardan para algo qe amerite su aparición.
Arrastro mis pies, sigo, camino en este camino oscuro, gris y triste.

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