Cada nostálgica noche de mi vida, veo como se aleja de mis manos aquella luna que añoré para mi mismo, queriendo llegar hasta ella con una escalera, una vela y un osito de peluche, para poder dormir una siesta donde yo pensaba la noche era eterna.
Sol a sol veo pasar los segundos, minutos, meses, decadas. Mientras las puertas de mi pasado se cierran riéndose en mi cara, me alejan de mi y yo me alejo de él, y él sigue caminando para seguir añorando el tiempo, y cuando yo ya estoy ahí, yo ya no puedo volver a mi.
Me rio de mi mismo, no tengo otra opción. Y mientras mis tristes sonrisas afloran de mis lágrimas, el recuerdo se graba en mi mente, fundiéndose con ella y otra vez sucede el círculo vicioso mientras cada segundo se escapa de mis manos.
Se cierra otra puerta entre carcajadas.
martes, 10 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario